Hacer un presupuesto es una herramienta importante que te permite orientar en qué quieres gastar tu dinero. Pero a veces puede resultar abrumador porque hay muchas formas distintas de presupuestar. Dicho esto, la regla 60-20-20 es un presupuesto sencillo que puedes seguir para ahorrar más y gastar menos.
Este artículo te ayudará a entender qué es esta regla, cómo utilizarla y si es adecuada para ti. También repasaremos los presupuestos alternativos más comunes.
La Regla de Ahorro 50/30/20
- ¿Qué es la Regla 60-20-20?
- Beneficios del Presupuesto 60-20-20
- ¿Cómo Funciona la Regla 60-20-20?
- ¿Quién Debe Utilizar la Regla 60-20-20?
- Para Quién Puede No Funcionar la regla 60-20-20
- Cómo Hacer que un Presupuesto 60-20-20 Funcione Para Ti
- Presupuestos Alternativos que Puedes Probar
- ¡Prueba la Regla 60-20-20!
¿Qué es la Regla 60-20-20?
El método 60-20-20 es un presupuesto basado en porcentajes. Esto significa que cada número de la regla representa una parte de sus ingresos:
- El 60% de los ingresos se destina a gastos
- El 20% de los ingresos se destina al ahorro
- El 20% de los ingresos se destina a los deseos
Al igual que otros presupuestos basados en porcentajes, el sistema 60-20-20 es fácil de establecer y seguir. Puedes utilizar herramientas como el depósito directo y la transferencia automática de ahorros para ayudarte a presupuestar automáticamente con el método 60-20-20.
Beneficios del Presupuesto 60-20-20
Utilizar la regla 60-20-20 puede ayudarte a comprender mejor en qué inviertes tu dinero cada mes. Esto, a su vez, te da la posibilidad de cambiar tus hábitos de gasto o ahorro.
Esto puede suponer un gran beneficio para su situación financiera general.
Otras ventajas del método 60-20-20 son:
Flexibilidad de gasto
Tú eliges cómo asignar los fondos dentro de cada categoría.
Fácil de poner en práctica
Un rápido vistazo a tus ingresos y gastos mensuales es todo lo que necesitas para empezar.
Hace del ahorro una prioridad
Dedicar el 20% de tus ingresos al ahorro significa que estás dando prioridad a tus objetivos de ahorro.
¿Cómo Funciona la Regla 60-20-20?
El sistema 60-20-20 divide tus ingresos mensuales en tres categorías de gasto. Puedes utilizar el dinero de cada categoría para pagar una serie de productos, servicios u objetivos de ahorro.
Dicho esto, vamos a desglosar las categorías para hacernos una mejor idea de qué artículos corresponden a cada una:
60% a gastos de manutención
Esta categoría incluye los gastos necesarios, como el alquiler o los pagos de la hipoteca, los servicios públicos, los alimentos y los seguros.
20% al ahorro
Tu categoría de ahorro podría incluir un fondo de emergencia, ahorros para la jubilación o ahorros para la educación de tus hijos.
20% a lo no necesario
Los fondos del 20% restante de tus ingresos pueden utilizarse para lo que quieras, como salir a cenar, ir de compras o unas vacaciones de ensueño.
Cuando elabores un presupuesto 60-20-20, te conviene más utilizar tu sueldo neto que tu sueldo bruto. El sueldo neto es el sueldo neto después de impuestos. Es lo que realmente ves en tu depósito directo o nómina.
Es esencial que utilices tu sueldo después de impuestos para hacer un presupuesto, para que no sobreestimes accidentalmente tus fondos mensuales.
Por ejemplo, tu sueldo bruto (antes de impuestos) es de 4.000 dólares. Después de impuestos y deducciones -como el seguro médico y otro seguro-, tu sueldo neto es de 3.000 dólares.
Esa diferencia de 1.000 dólares podría romper tu presupuesto y desanimarte a la hora de presupuestar, por lo que siempre debes presupuestar utilizando tu salario neto.
Cómo hacer un presupuesto 60-20-20
Crear un sistema 60-20-20 es sencillo, pero requiere un poco de trabajo. Hay unos cuantos pasos:
- Suma tus ingresos mensuales totales y divídelos en 60%, 20% y 20%.
- Haz una lista de todos tus gastos mensuales.
- Sepáralos en tres categorías: gastos necesarios, ahorros y gastos superfluos.
- Suma cada categoría de gastos y compáralos con los ingresos mensuales divididos.
- Realiza los ajustes necesarios para ajustar tus gastos a las categorías 60-20-20. Por ejemplo, reduciendo el número de salidas a cenar para reducir los gastos innecesarios.
Ejemplo de la regla 60-20-20
La forma más fácil de entender el método 60-20-20 es utilizar un ejemplo.
Supongamos que tus ingresos mensuales son de 3.000 $. Entonces desglosa tus ingresos en 60%, 20% y
- El 60% para gastos de manutención son 1.800 $.
- El 20% para ahorros es 600 $.
- El 20% para gastos no necesarios es de 600 $.
A continuación, haz una lista de tus gastos mensuales, objetivos de ahorro y hábitos de gasto. Suma lo que gastas en cada categoría. Si tus categorías no superan la cantidad anterior, ya te estás ciñendo al sistema 60-20-20.
Sin embargo, ¿qué ocurre si estás gastando demasiado o demasiado poco en una categoría específica?
En este ejemplo, digamos que actualmente gastas 2.000 $ en gastos de manutención, 200 $ en ahorros y 800 $ en compras innecesarias. Tendrás que modificar la forma en que gastas tu dinero para aumentar la cantidad que ahorras al tiempo que disminuyes tus gastos.
Por ejemplo, puedes recortar tus gastos no necesarios reduciendo los viajes de compras y los gastos de ocio.
Para reducir tus gastos de manutención, puedes utilizar cupones e ideas de comidas baratas al comprar alimentos. También puedes reducir los gastos energéticos siendo más eficiente con el uso de la electricidad.
¿Quién Debe Utilizar la Regla 60-20-20?
Algunas personas se sienten incómodas con los presupuestos porque piensan que son una forma de negación. En realidad, un presupuesto es simplemente un plan para ayudarte a gestionar tu dinero. Por eso, la flexibilidad de la regla 60-20-20 es una gran ventaja para los nuevos presupuestadores.
En lugar de planificar cada dólar, podrás gastar lo que quieras dentro de los límites de cada categoría.
Por ejemplo, un mes puedes irte de vacaciones y gastar una parte importante del 20% que quieres en un viaje. Al mes siguiente, te gastas el 20% poco a poco en pequeños regalos o caprichos para ti, como un masaje o unos zapatos nuevos.
Para Quién Puede No Funcionar la regla 60-20-20
Sin embargo, el método 60-20-20 no se ajusta al estilo de vida o la situación financiera de todo el mundo. Hay tres situaciones en las que podrías plantearte un presupuesto diferente:
Tienes unos ingresos más bajos
Si tienes unos ingresos más bajos, es posible que necesites más del 60% de tu sueldo para los gastos de manutención.
El coste de la vida en tu zona es alto
Podrías necesitar más del 60% de tus ingresos para gastos si vives en un lugar con un coste de la vida elevado.
Tienes muchas deudas
Gastar el 20% de tus ingresos en cosas que no son necesarias puede no ser la mejor idea si tienes muchas deudas.
Cómo Hacer que un Presupuesto 60-20-20 Funcione Para Ti
Si no estás seguro de si la regla 60-20-20 funcionará para ti, lo mejor que puedes hacer es intentarlo. Siempre puedes olvidarte de la idea si no se adapta a tu situación financiera.
Considera la posibilidad de crear un sistema 60-20-20 basado en tus ingresos y gastos actuales. Es una buena forma de ver si puedes modificar tus hábitos de gasto actuales para adaptarlos al sistema.
Si es así, prueba a utilizar tu presupuesto 60-20-20 durante al menos dos meses. Así dispondrás de tiempo suficiente para comprobar si el presupuesto es sostenible.
No pasa nada por probar un método presupuestario diferente si el método 60-20-20 no te funciona. El objetivo último de un presupuesto es que pienses antes de gastar. Puede que tengas que probar varios métodos hasta encontrar el que mejor te funcione.
Consejos para elaborar un presupuesto con éxito
Empezar un presupuesto puede resultar intimidante. Por suerte, hay algunas buenas prácticas que puedes seguir. Prueba estos consejos para sacar el máximo partido a tu presupuesto:
- Ten claros tus objetivos económicos.
- Calcula el coste medio de los gastos variables, como tarjetas de crédito o facturas de servicios.
- Ajusta tu presupuesto cuando se produzcan cambios en tu vida, como el matrimonio o un nuevo trabajo.
- Revisa tu presupuesto con regularidad. Así te asegurarás de que sigue siendo adecuado para tu situación.
Presupuestos Alternativos que Puedes Probar
El sistema 60-20-20 no es el único presupuesto que puedes utilizar. No es ni mucho menos el único presupuesto basado en porcentajes que existe.
Como sabes, los presupuestos deben ser flexibles. Eso significa que si un método no funciona, puedes probar con otro diferente.
¿Cuándo hay que probar otra técnica presupuestaria?
Hay muchas razones por las que puedes necesitar ajustar tu presupuesto.
Por ejemplo, te acabas de casar. Ahora dispones de dos ingresos para elaborar tu presupuesto.
También habrán cambiado sus gastos, como los de alimentación o combustible. Y, por supuesto, tu pareja puede tener unos hábitos de gasto y ahorro diferentes a los tuyos.
Más adelante, tú y tu pareja decidís tener hijos. La llegada de un hijo supone muchos gastos añadidos. Es probable que tengas que rehacer tu presupuesto para tener en cuenta los pañales, la comida del bebé y los gastos sanitarios.
Otro momento para probar un presupuesto diferente es cuando cambias de trabajo. Supongamos que te ascienden en el trabajo y te suben el sueldo. El nuevo sueldo significa que sólo necesitas el 40% de tu salario para gastos de manutención, en lugar del 60%.
6 Presupuestos alternativos al método 60-20-20
Los presupuestos basados en porcentajes, como el método 60-20-20, son algunas de las opciones presupuestarias más populares. Son fáciles de empezar y te dan mucha flexibilidad para gastar.
Echa un vistazo a algunas alternativas comunes a la regla 60-20-20.
Presupuesto 50-30-20
El presupuesto 50-30-20 divide tus ingresos en tres categorías. Destinarás el 50% de tu sueldo a necesidades, el 30% a deseos y el 20% a ahorros.
Puedes probar este método si tus ahorros se ajustan a tus objetivos. Como se destina más dinero a lo que no es necesario, es importante tener suficientes ahorros antes de probar este método.
Método de suma cero
Un presupuesto de suma cero o base cero es un método común que no divide tus ingresos en porciones. En su lugar, este método asigna todo su dinero a categorías.
Por ejemplo, ganas 2.000 $ al mes. Divide esta cantidad entre categorías hasta que llegue a cero, como por ejemplo
- 800 $ para el alquiler
- 500 $ para el pago del coche y el seguro
- 200 $ para combustible
- 200 $ para comida
- 100 $ para ahorros
- 100 $ para necesidades
- 100 $ para servicios públicos
El presupuesto de suma cero es estupendo si tienes problemas con la flexibilidad del método 60-20-20. En el método de suma cero, sabes exactamente a qué se destina cada dólar.
Presupuesto 70-20-10
¿Te sientes seguro de tu capacidad para gestionar el dinero? El presupuesto 70-20-10 podría ser adecuado para ti. Este presupuesto te da bastante flexibilidad a la hora de gastar tu dinero.
Con el presupuesto 70-20-10, dividirás tu dinero en porciones de la siguiente manera
- 70% para gastos
- 20% para ahorrar
- 10% para donaciones (incluidas donaciones benéficas, regalos de boda o cumpleaños y el pago de deudas).
Puedes gastar el 70% en lo que quieras, desde el alquiler y el seguro del coche hasta salir a cenar o ir de vacaciones. Con una flexibilidad casi ilimitada, este método es ideal para alguien con hábitos de gasto responsables.
Regla 60-30-10
El presupuesto 60-30-10 es un método para ahorradores agresivos. Con este presupuesto, no te centras en pagar primero los gastos de manutención. En su lugar, te pagarás a ti mismo primero llenando tus ahorros con el 60% de tus ingresos.
El 30% de tu sueldo se destina a tus necesidades. Mientras tanto, el 10% final de tus ingresos es para gastos discrecionales.
Aunque la regla 60-30-10 es agresiva, es un buen método si tienes objetivos financieros ambiciosos. Por ejemplo, puedes utilizar este presupuesto si quieres jubilarte pronto.
Regla 30-30-30-10
A diferencia de otras reglas, el presupuesto 30-30-30-10 divide los gastos en más categorías.
Con este método, gastarás el 30% de tus ingresos en gastos de vivienda. El siguiente 30% se destina a otras necesidades, como los servicios públicos o los comestibles.
A continuación, destinarás el 30% al pago de deudas o al ahorro. El 10% final es tu presupuesto discrecional para deseos.
Este método presupuestario suele ser una buena opción si estás buscando una casa nueva. Al separar los gastos de vivienda, puedes hacerte una mejor idea de cuánto puedes permitirte.
Regla presupuestaria 80/20
¿Te sigue pareciendo abrumador hacer un presupuesto? Te presentamos la regla del 80/20.
Esta sencilla regla es ideal para los principiantes. Simplemente divide tus ingresos mensuales en dos categorías:
- El 80% se destina a necesidades y deseos.
- El 20% se destina al ahorro.
La regla 80-20 suele recomendarse como punto de partida porque da prioridad al ahorro sin abrumar al presupuestador.
No necesitarás recordar un millón de categorías de gasto diferentes para utilizar este presupuesto. En su lugar, lo más importante es destinar el 20% de tus ingresos al ahorro.
¡Prueba la Regla 60-20-20!
Tanto si eliges el método 60-20-20 como otro presupuesto basado en porcentajes, es una gran herramienta para asignar tu dinero. Estos sistemas te ayudan a asegurarte de que pagas todas tus facturas cada mes.
También pueden ayudarte a ver si estás gastando más de la cuenta en determinadas categorías, por ejemplo, si gastas demasiado en cosas que no son necesarias.
La técnica 60-20-20 es fácil de calcular, así que es una forma sencilla de empezar a presupuestar. Pruébala hoy mismo y cuéntanos en los comentarios cómo te sientes luego de aplicarlo 🙂