Todo gran emprendedor es, en el fondo, un hombre de acción. En su mente, se ve a sí mismo como Superman o Iron Man, lo que le hace bastante ciego a sus defectos. Eso es necesario. El hecho es que ser emprendedor significa que hay que estar un poco loco. Pero nadie quiere hacer negocios con una persona loca, así que, comprensiblemente, los emprendedores atenúan su superhéroe interior para encajar.
Los planes de negocio existen para dar a los inversores una sensación de seguridad. De ahí que traten de poner a prueba a la persona a la que financian. La creación de un plan de negocio es sólo una prueba, una simulación de vuelo si se quiere. Ayudaría que pasaras algún tiempo volando dentro del simulador, pero no te quedes atrapado.
Todo emprendedor sabe que las cosas saldrán mal en la vida real, y ningún plan de negocios puede salvarlo. Lo que te salvará es tu habilidad para recuperarte, adaptarte y luchar. Lo que te salvará es ser un Iron Man de la vida real.
Pero, ¿por qué fracasan exactamente estos planes de negocio? Y si vas a hacer uno, ¿cuál es el mejor plan de negocio posible? Echemos un vistazo.
Planes de Negocios de Emprendedores
El Mapa No Es el Territorio
Leer un mapa y seguir un plan de negocio es bastante similar. Al mirar un mapa, ves la dirección general en la que tienes que ir. Sin embargo, el mapa no te muestra la gente que hay en la calle, los semáforos en los que tienes que parar ni las distracciones que tienes que evitar por el camino.
Sólo puede mostrarte las distintas curvas que tienes que tomar de camino a tu destino. Claro, necesitas el mapa durante unos 10 segundos. A partir de ese momento, el entorno te guiará.
Simulación versus Vida Real
¿Y si hay una multitud entre tú y tu destino? Tendrás que saltar, esquivar, correr o reducir la velocidad, dependiendo de lo que tengas delante. En algún momento, incluso tendrás que olvidarte del mapa. ¿Seguirás el plan y te abrirás paso lentamente a través de la multitud, o te desviarás y buscarás una ruta alternativa más rápida?
Aquí es donde se ve la diferencia entre los verdaderos emprendedores y los aspirantes. Y tampoco hay una elección correcta o incorrecta. Tendrás que hacer esa elección sobre la marcha, teniendo en cuenta las variables específicas que se te presenten.
Luchar Contra la Marea
Ir contracorriente es la forma en que las empresas ganan dinero. Sin embargo, la verdadera recompensa para los emprendedores es dejar huella.
La mayoría de las veces esto no les gusta a las grandes empresas de capital riesgo, ya que sus prioridades son proteger sus activos y obtener un beneficio anual decente. Sin embargo, si eres emprendedor, tu preocupación es ofrecer el mejor producto posible al mayor número de personas. ¿Cómo lo afrontas? Te subes a la ola.
Cómo Subirse a la Ola
Claro, tienes que coger una buena ola disruptiva (un sector en crecimiento). Pero hasta ahí te lleva tu plan de negocio. Un vistazo al mapa, una visión de futuro, una ola creciente, y te lanzas como un surfista brillante. No te lo pienses dos veces porque perderás tiempo.
No digo que debas invertir mucho de esta manera. Empieza poco a poco y comprueba si funciona. Si inviertes poco y empiezas en varias olas, no te ahogarás cuando las cosas vayan mal. Y al final, seguro que te toca el Gordo y recuperas todas las pérdidas. Así que cuando veas una ola que sigue subiendo, céntrate en ella por completo y desprecia todo lo demás.
Ese es tu único plan de negocio. El objetivo general de encontrar la ola adecuada, crear el mejor producto posible y llevarlo al mayor número de personas posible. Todo lo demás son distracciones y complicaciones innecesarias.
Simplemente Hazlo
Ningún empresario superhéroe de verdad quiere oír hablar de complejas previsiones sobre el volumen de clientes según los grupos de edad y de cómo un aumento del 2,5% del presupuesto de marketing dentro de tres años convertirá a más jóvenes en compradores. Eso es para gente preocupada por los beneficios.
Así que, si puedes, empieza por no someterte al calvario de tener que construir tales estimaciones. En palabras de Sir Richard Branson: “¡A la M, hagámoslo!”.
Si es tan sencillo, ¿por qué no lo hace todo el mundo? Bueno, podría ser una multitud de inseguridades y creencias negativas, que resumiré como “miedo a empezar“. Esa es otra de las razones por las que no todo el mundo puede crear un negocio de éxito.
Hay que Adaptarse para Ganar
Cada superhéroe tiene sus defectos y debilidades. A veces, el superhéroe incluso huye. También pide ayuda. No confía ciegamente en sus superpoderes. La lección aquí es que no siempre se ciñe al “plan de negocios” original de entrar y usar sus poderes para ganar la pelea.
La adaptabilidad es lo que hace que los negocios funcionen. Pivotar en los momentos cruciales. Anticiparse al futuro y ajustar el rumbo en consecuencia contribuye al éxito de la empresa.
Así que no creas lo que dicen. Confía en Sir Branson. Olvídate de tu plan de negocio. Un negocio debe ser un deporte divertido. Sí, puede ser un deporte de contacto, pero ¿importan siquiera unos cuantos moretones cuando sabes que al final sonreirás?